El Reino de los Vientos

Título: El Reino de los Vientos
Autor: Juan Pablo Rivera; D.R. © 2013-2017
Categoría: Cuento Sobre el Medio Ambiente Corto
La historia que a continuación presentamos pareciera ser de ciencia ficción; pero por desgracia es una inminente realidad, que se describe con hechos fantásticos en este cuento sobre el medio ambiente corto; cuyo contenido tiene como propósito el despertar de la conciencia acerca de lo que debemos hacer para cuidar nuestro planeta. Esperando contribuir en algo con esta causa, aquí lo dejamos para su análisis.
Nube Negra expuso ante el consejo de la Cuarta Fase su postura con respecto a la mala influencia que los humanos ejercían sobre el clima agudo que imperaba y que entorpecía el orbe.
Tenía más de 500 años comandando al grupo Zona Norte, uno de los más trabajadores y comprometidos con el bienestar de la Tierra; el líder, a la postre dijo:
«—En los últimos tiempos hemos sido testigos del compromiso que indirectamente han roto los humanos con nuestros antepasados, lo que ha provocado la catástrofe climática que ha cobrado muchas vidas.
»—El compromiso como todos sabemos, era sencillo: contaminar menos, cultivar y cuidar la vegetación, anteponer el bien del planeta por encima de sus necesidades personales buscando en todo momento la armonía y el bienestar común.
»—La mayoría de las personas argumentan que la naturaleza es la causante de todo mal, sin embargo hay otros seres más conscientes que han expuesto correctamente la situación y se han hecho escuchar, “a fuerza de gritar” incansablemente, nos han hecho saber que el deterioro se debe a la indiscriminada injerencia de la “mano del hombre”.
»—Cansados de tratar siempre de corregir las cosas y de recibir sólo “más de lo mismo”, como principal responsable de una buena parte del Clima propongo que se someta a votación el cese inmediato de los servicios en la zona de la cual soy encargado con la finalidad de dar un escarmiento a la población en general.»
Después de terminar con su participación, los rabos de nube se “desmoronaron” y literalmente llovieron los aplausos en aquel recinto, los rayos y los truenos tampoco se hicieron esperar, provocando que Nube Negra bajara sumamente “condensada” del estrado.
Acto seguido, las votaciones aparecieron proyectadas holográficamente en un manto de algodón blanco, color que representaba a la Octava enmienda desde hacía más de cinco mil años.
Con 1,350,003 votos a favor; 340,789 abstenciones y tan sólo 562 en contra se aprobaron por mayoría, las peticiones de Nube Negra. Todos los asistentes sabían lo que provocaría aquella resolución pero también estaban convencidos que era una medida justa.
Don Gelasio esperaba con ansias las primeras lluvias para sembrar ajonjolí en sus tierras de temporal. Así mismo, los ganaderos de la zona serrana tenían grandes planes para extender sus agostaderos y los agricultores de las zonas de riego tenían todo su “cuadro armado”: pronósticos de lluvia, llenado de las presas, estimaciones y números sobre diversos cultivos; en fin, todo perfectamente medido, pero no contaban con la resolución en contra, votada en el Reino de los Vientos.
Los meses y años que siguieron fueron de desesperanza total, caos político, económico y social. Con el mínimo de agua en las represas, las tierras dejaron de sembrarse, el ganado en la sierra empezó a morir por la escasez del vital líquido.
Los gobiernos que padecían la sequía, contrataron numerosos científicos para que “hicieran llover”; pero todo fue en vano, de nada sirvieron tampoco los intentos desesperados, las súplicas y los cultos a los Dioses.
Las limpias y las plegarias de los chamanes y los líderes religiosos quedaron en eso: “sólo palabras sin sentido”, sin eco, sin respuesta. Algo más fuerte estaba evitando que una sola gota volviera a caer sobre aquellas áridas tierras. Los núcleos urbanos fueron gradualmente abandonados, las personas emigraron masivamente hacia lugares más hospitalarios.
Todo lo creado por la supuesta “mano del hombre” había sido abandonado, el viento seco era mudo testigo de la catástrofe climática de una cuarta parte del mapamundi, lo más grave era que rápidamente se extendía hacia las otras tres fracciones.
Los jefes Tornado y Nubarrón Gris representantes de la Zona Sur y Zona Oeste respectivamente, llevaron a cabo a escondidas una reunión con carácter de urgente, no podían soportar la desértica situación de las regiones afectadas por la huelga.
Afligidos y convencidos de que tenían que hacer algo por el bien de las personas llegaron a común acuerdo para reasignarles trabajos extras a sus “Nubes Obreras”. La mayoría de sus “colaboradoras” aceptaron la encomienda a regañadientes y las primeras lloviznas empezaron a caer de manera esporádica, no querían aplicarse al 100%, debían manifestar su inconformidad.
A los pocos días, las horas extras empezaron a disminuir la capacidad de discernimiento de las Obreras, el estrés las invadió y sumamente molestas ocasionaron torrenciales en el Sur y en el Oeste. Siempre se anunciaban en la Zona discutiendo y gritando (truenos y relámpagos) invadiendo de terror a los habitantes.
Pum y Centella, dos pequeñas y traviesas nubes jugaban a “transformarse en figuras” en la Zona Este cuando una corriente de aire las arrastró hacia el lado Sur perdiéndose entre el borrascoso escenario que las Obreras de ese sector estaban provocando.
El Consejo del Este dio aviso de que le faltaban dos “fractus” de su rebaño y puso en alerta máxima a toda la comunidad. Por más que el Jefe de la División trató de manejar el asunto con sutileza el problema trascendió hasta llegar a oídos de “El Gran Jerarca del Tiempo“ quien ni tarde ni perezoso convocó a junta extraordinaria a los 4 cabecillas. A puerta cerrada se inició la “Orden del día”.
Aguacero Fresco jefe supremo del Este manifestó lo siguiente:
«—Durante el último siglo terráqueo hemos visto un deterioro atmosférico en escalada provocado por la vorágine del hombre. En su afán de acumular lujos y riquezas han sobreexplotado los recursos que en un principio fueron dados por “El Eterno” para hacerles más cómodo y fácil su diario vivir en el territorio prometido y, por ello, la Cuarta Fase votó a favor para aplicar un correctivo en su comarca que a mi juicio, se ha excedido en tiempo y en severidad por lo que a raíz del extravío de Pum y de Centella creo conveniente retirar el castigo —puntualizó con un relampagueante destello.
»—El problema es ese invento denominado “dinero” —agregó Tornado—, ese instrumento de cambio y de dominación es abominable. El hombre cree que con él, puede tener cualquier cosa a cualquier costo, se desvive y pasa toda su vida tras de él, nunca está contento con lo que tiene y siempre quiere más. Esa herramienta enferma las mentes, daña el corazón y arrebata la razón —añadió al tiempo que resoplaba en círculos demostrando su molestia.
»—Es la ausencia de valores y el alejamiento espiritual de los que manejan la información a su conveniencia, se empeñan en hacer del consumismo una especie de religión que las personas terminan idolatrando y como dijo Tornado; es el dinero el mecanismo que según ellos, les ayuda a consumar y calmar su sed de fe —finalizó exponiendo Nubarrón Gris.
Oscureciendo aun mas su perfil, como sintiendo pena, Nube Negra aceptó que el correctivo se había salido de control y prometió el regreso inmediato de su cuadrilla a las labores en la Zona Norte.
—Todo ha quedado claro, ahora: “Id y cumplid” con su compromiso —decretó “El Gran Jerarca del Tiempo”.
Pum y Centella cobijados por un soplo de viento moderado habían logrado salir del lado Sur y se internaron en la ruta Boreal donde encontraron sólo sequía, destrucción y muerte. En pocos instantes fueron localizadas por las Obreras de la Región correspondiente y puestas a salvo con los suyos.
Dentro del Reino de los Vientos, un mes esquívale a cien años terrestres por lo que cuando Nube Negra y su comitiva intentaron revertir el daño, ya era demasiado tarde, solo un núcleo reducido de seres humanos sobrevivía de aquella inmensa población que formara parte de los cuatro cuadrantes.
Miles de millones murieron por su incapacidad para adaptarse a los cambios climáticos tan drásticos. Muy al norte rozando el Polo y protegidos por una burbuja de cristal, el nuevo orden, consiguió crear aire y agua transformando grandes témpanos de hielo y pulverizando fragmentos rocosos, logró cubrir enormes extensiones de tierra fértil.
Terralypsis actualmente ocupa una superficie de poco más de 135,000 metros cuadrados y cuenta con una población de 326,287 habitantes, todos y cada uno de ellos han sido educados para respetar el pacto de la vieja alianza que se firmó hace miles de años con El Reino de los Vientos.
Esperamos que haya sido de tu agrado este cuento sobre el medio ambiente corto, que nos hace reflexionar acerca de todo el daño que ha causado el hombre a la tierra. Aún es tiempo de realizar muchas cosas a favor del cuidado del planeta, para evitar eventos apocalípticos como los suscitados en la historia de ciencia ficción que acabamos de ofrecer.
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